Alerta por té contaminado en Kabul: riesgos reales para la salud y falta de control sanitario

En Kabul crece la preocupación por la presencia de té contaminado con colorantes artificiales y sustancias químicas importadas sin control adecuado. Residentes, médicos y comerciantes coinciden en que el problema se ha agravado debido a la falta de supervisión por parte de las autoridades. La situación no solo afecta la economía de los hogares afganos, sino también la salud pública.

Té contaminado: una amenaza creciente en el mercado afgano

Varios residentes de Kabul denuncian que muchos tés importados contienen colorantes industriales y químicos no aptos para consumo. Estos productos se venden como “tés premium”, utilizando empaques llamativos y publicidad engañosa.

Debido al desconocimiento sobre sus ingredientes, muchos consumidores pagan precios altos por un producto que, en lugar de ofrecer calidad, representa un riesgo grave para su bienestar. Los ciudadanos exigen mayor control por parte de la Autoridad de Alimentos y Medicamentos administrada por los talibanes, entidad que presuntamente no ejerce la supervisión necesaria.

Testimonios: efectos reales del té adulterado en la salud

Consumidores como Sultana y Samana reportan haber experimentado dolor estomacal, ardor y dolores de cabeza tras consumir este tipo de té adulterado. Ambos señalan que estos tés se caracterizan por:

• Un color excesivamente vibrante

• Falta total de sabor

• Una infusión demasiado rápida o anormal

Al conocer los riesgos, dejaron de comprarlos. Explican que ahora priorizan el sabor natural por encima de la apariencia.

Pobreza, engaño y falta de regulación: el origen del problema

Muchos residentes de Kabul comentan que la pobreza obliga a las familias a elegir opciones más baratas sin verificar la calidad. Vendedores sin escrúpulos importan productos de baja categoría, priorizando ganancias rápidas antes que la salud de la población.

Expertos señalan que los colorantes artificiales usados en estos tés pueden dañar los riñones, el hígado y el sistema nervioso, además de causar ansiedad, insomnio y problemas digestivos.

Lo que dicen los médicos sobre el té contaminado

El médico Abdullah Ahmadi advierte que los colorantes químicos utilizados en alimentos y tés son dañinos. En Afganistán, el origen de estos químicos es incierto, y no existen certificaciones de calidad confiables.

Los riesgos más frecuentes incluyen:

• Problemas renales

• Daño hepático

• Alteraciones neurológicas

• Trastornos digestivos

• Reducción del nivel de células sanguíneas saludables

El mercado del té en Afganistán: productos, precios y países de origen

Los tés disponibles en Kabul provienen principalmente de India, Vietnam e Irán, incluyendo marcas conocidas como Alokozay y Ahmad Tea.

El precio por kilo varía entre 220 y 1.000 afganis, dependiendo del tipo y calidad. Sin embargo, los tés de bajo costo suelen ser los más adulterados, catalogados como “tés aromatizados” con sustancias artificiales.

Según el Ministerio de Industria y Comercio, Afganistán importó 80 millones de dólares en té en 2024, provenientes de 13 países.

Primeros pasos hacia la producción local de té

A pesar del panorama, comienzan a surgir iniciativas de cultivo de té dentro de Afganistán. Agricultores de Khost han logrado buenos resultados con plantaciones de té verde, y estudios indican que provincias como Kunar, Nuristán, Nangarhar y Badakhshan también tienen potencial agrícola para cultivar té de forma segura.

 

Nota desarrollada por: Andrea Buenaño

Equipo de Tea Institute Latinoamérica

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