
La calidad del té vietnamita y su limitado crecimiento en el mercado global
Vietnam, un país con gran tradición en el cultivo del té
Vietnam cuenta con reconocidas regiones productoras de té, como Thai Nguyen, Moc Chau, Ha Giang (Shan Tuyet) y Lam Dong (Oolong). Sus productos son valorados tanto a nivel nacional como en el mercado internacional. Sin embargo, la mayoría del té vietnamita exportado se vende como materia prima o es procesado por marcas extranjeras, lo que limita su valor agregado.
Según la Asociación de Té de Vietnam, en 2024 la superficie total de cultivo de té alcanzó las 128.000 hectáreas. Se produjeron 230.000 toneladas de té seco y 185.000 toneladas de té terminado. A pesar de esto, los ingresos por exportaciones solo llegaron a 250 millones de dólares. El precio promedio por kilogramo fue de 1,75 dólares, muy por debajo de otros países exportadores como India y Sri Lanka.
Factores que limitan la competitividad del té vietnamita
El presidente de la Asociación de Té de Vietnam, Hoang Vinh Long, señala que la falta de estrategias de marca y marketing es una de las principales debilidades. India, Sri Lanka y China han posicionado sus marcas de té a nivel mundial, mientras que Vietnam aún carece de una identidad fuerte en este sector.
Otro desafío es la fragmentación de la producción. Más del 80% de las áreas de cultivo están en manos de pequeños agricultores, lo que dificulta la aplicación de tecnología avanzada y el control de calidad. Además, la falta de inversión a largo plazo y una estrategia clara impiden el acceso a mercados exigentes como la Unión Europea, Estados Unidos y Japón.
Estrategias para aumentar el valor del té vietnamita
Para potenciar su competitividad, la industria del té en Vietnam necesita una estrategia integral. Según Hoang Vinh Long, la clave está en fortalecer la cadena de valor. La colaboración entre agricultores, empresas y centros de procesamiento garantizará productos de alta calidad y consistencia.
El experto en cultura del té, Pham Cong Tuan Ha, recomienda adoptar estándares de producción sostenible como VietGAP, GlobalGAP y certificaciones orgánicas. También sugiere vincular el té con el ecoturismo. Regiones como Thai Nguyen, Moc Chau, Ha Giang y Bao Loc pueden desarrollar experiencias turísticas que fortalezcan la identidad y el valor del producto.
Innovación y educación: pilares para el crecimiento
El economista Nguyen Minh Phong destaca la importancia de adoptar un enfoque basado en la economía circular y sostenible. Vietnam debe desarrollar una identidad cultural para su té, al mismo tiempo que innova en tecnología, diversifica productos y amplía su promoción a nivel mundial.
Por su parte, la profesora asociada Pham Thi Phuong Thai, ex vicerrectora de la Universidad de Ciencia de Thai Nguyen, propone invertir en educación. Incluir el estudio del té y su cultura en el sistema educativo, desde primaria hasta la universidad, fomentaría el orgullo nacional y facilitaría su promoción internacional.
Un futuro prometedor para el té vietnamita
Con sus fortalezas naturales y una estrategia bien definida, el té vietnamita tiene el potencial de posicionarse en el mercado global. Apostar por la calidad, la sostenibilidad y la educación puede convertirlo en un verdadero símbolo de orgullo nacional.
¿Qué opinas sobre el futuro del té vietnamita? Déjanos tu comentario y comparte esta información.
Nota desarrollada por: Andrea Buenaño

Equipo de Tea Institute Latinoamérica
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